martes, 31 de marzo de 2015

DIA 27 (29/01/2014): BALI EN MOTO.LOS TEMPLOS.

EL ITINERARIO

Una vez desayunados, seguimos el siguiente itinerario que nos había recomendado Begoña. Los puntos de interés eran los siguientes:

-          Tegalalang (terrazas de cultivos de arroz)

-          Templode Pura Gunnug Kawi

-          Mercado de comida callejera en Gianyar

-          Pueblo de Penglipuran

-          Templo de Besakih


SOBRE EL ASFALTO DE BALI


La escuela de la Ong  Kupu-Kupu

Un alumno de Kupu-Kupu
  Alquilé una moto 50 c.c. en la ciudad de Ubud por 50.000 rupias el día. El litro de gasolina estaba a 6500 rupias. Consumo diario: 5 litros. Hay varias agencias de alquiler de motos y vehículos en esta ciudad. No te piden más que el dinero, ni siquiera tuve que mostrar el carnet de conducir. Con decir que lo tenía bastó. Te hacen una fotocopia del pasaporte o documento de identidad y acelera que es tarde. Con la ley en la mano hay que llevar el carnet de conducir internacional por si te para la policía, cosa que sucedió, porque Indonesia no tiene convenio de tráfico con España. Yo tenía experiencia con la moto en las islas Molucas.  El caos y descontrol es más o menos el mismo pero con más tráfico. Antes de irnos pasamos por la escuela Kupu-Kupu que dirige Begoña para niños con problemas físicos y mentales. Es una parcela grande con un área escolar, otra de comida y un jardín. Conocimos a dos niños que estaban en la clase. Son personas con pocas posibilidades reales de llegar a un estado “normal” pero van haciendo avances paso a paso. Realmente es de admirar el trabajo de esta gente, Begoña y la gente de la ONG, que supongo en su mayoría son voluntarios o con sueldos bajos. Cuando salimos algo parecido a un coco pero bastante más grande cayó a pocos metros de donde estábamos. Miré hacia arriba y vi un árbol altísimo con varios de estos frutos pesados como piedras colgando de sus ramas. Entre la altura a la que se encuentran y el peso que tienen calculen el impacto de este misil. Begoña nos contó que hay muchos de estos árboles en Bali y que mueren varias personas al año por golpes en la cabeza de este misil natural. Pero como son hindúes-budistas y creen en el karma, algo así como si algo  tiene que suceder sucederá, si una bomba de estas te parte  el cráneo piensan que es una señal divina o algo parecido. No problem.


Hay cientos de tiendas que venden esculturas religiosas.

TEGALALANG - LAS TERRAZAS DE CULIVOS DE ARROZ


Los imponentes arrozales de Tegalalang

Los escalonados campos de arroz
El calor de las once de la mañana hasta las 17 horas es sofocante en Bali durante el mes de enero. El casco de la moto suda a chorros. Por la carretera se suceden varios tipos de comercios pero sobretodo abundan los religiosos. Figuras de madera, cerámica, mimbre con el rostro de Buda o de otros cientos de dioses que desconozco se venden por todos lados. Uno al lado de otro. También se ven numerosos templos por el camino, varios de ellos en las entradas de las viviendas  donde la gente hace ofrendas. Por cualquier pueblo o ciudad que vayas las ves  sobre las aceras de las calles, encima de muros, de vehículos, al lado de los árboles o en lugares totalmente inverosímiles como la que me encontré en el baño de un bar pegada al water. 


Típica ofrenda balinesa, las hay por todas partes.
Suelen ser inciensos, flores o frutas. El arte es otro gran tema. Es increíble la veta artística que tiene esta gente, pinturas, ropas, figuras, muebles, esculturas. Casi todo relacionado con lo divino y religioso, muchos colores y formas no convencionales. Llegamos a Tegalalang  al mediodía. El lugar es espectacular.  Mires donde mires hay campos de arroz cultivados sobre un terreno escalonado. Hay una mezcla de colores y sensaciones indescriptibles en una foto. Al ser un lugar de vistas privilegiadas hay algo de explotación turística. Una parte de la montaña, donde antes habría cultivos, por la forma escalonada que tiene, ahora la ocupan algunos bares o cafeterías  ubicados en los diferentes escalones desde donde observar          en plan terracita los cultivos y toda la actividad agrícola.                                                                             



Desde una terraza de un bar.
Desde este lugar se pueden seguir caminos estrechos, serpenteantes, de subidas y bajadas que te llevan hasta los cultivos de arroz. Llegas hasta el borde mismo de los campos inundados de agua y puedes ver a los agricultores locales trabajar este cereal básico. Come arroz tantos chinos no pueden estar equivocados.



Se llega caminando hasta esta zona donde hay un riachuelo que riega los arrozales.


EL TEMPLO DE SEBATU




Zona inferior del templo



La escalera interminable
  La verdad es que este templo me impresionó. Supongo que debido a que fue el primero que visitamos,además de por sus grandes dimensiones . A medida que vas viendo otros ya no los encuentras tan novedosos.  La entrada cuesta 100.000 rupias y te obligan a poner un pareo.Las mujeres además deben taparse la cabeza. En la entrada, desde la parte de arriba,  se siguen viendo un montón de campos de arroz escalonados. Las escaleras son pronunciadas e interminables. Por eso me cagu… en los dioses indonesios al llegar abajo y comprobar que había dejado las llaves de la moto puestas. Otra vez a subir. Al que le guste la historia y la arqueología aquí se hace un festín. Está lleno de ruinas de todo tipo, lástima que no haya explicaciones de nada. Tiene varias fuentes, manantiales y un río que atraviesa toda la zona. El templo está activo porque todavía se hacen celebraciones religiosas. Sin duda vale la pena bajar y subir estos interminables y empinados escalones.

Las imponentes figuras sobre los muros del templo de Sebatu.

Tegalalang y el templo de Sebatu
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TEMPLO DE PURA GUNNUG KAWI

Este templo está dedicado al dios del agua. Está rodeado de pura vegetación, arrozales y palmeras. Aquí están enterrados los miembros de la famila real.






Para variar nos encontramos con otra
ceremonia religiosa
Este templo es uno de los más concurridos. El precio de la entrada general: 6000 rupias. Está lleno de manantiales y piscinas sagradas donde bañarse en plan ritual... no de diversión. Ese día estaba lleno de fieles.  Las piscinas a reventar.  Como en muchos templos otra vez se suceden las esfinges de distintos tamaños representando a diferentes dioses, restos arqueológicos, jardines extensos, vistas a campos de arroz, manantiales con peces. Aquí acosan algo más al turista con el tema de las piscinas. Nada más llegar se te pegan para venderte el pack de la piscina que consiste en el pareo, la ofrenda y la casilla para guardar la ropa. Si no recuerdo mal todo ronda las 15.000 rupias. Te meten en unos vestuarios donde te has de desnudar al completo a excepción del pareo. Luego dejas tus cosas en un casillero y al agua. Aquello estaba pleno al veinte. Las piscinas no son muy grandes y tienen sobre una de sus paredes, a una altura de metro y medio, cinco o seis cabezas de algo parecido a un dragón que escupe el agua por su boca con la que se auto bendicen los fieles. Allí fui. Es todo de piedra por lo que el musgo y el paso del tiempo hacen de las escaleras todo un desafío al equilibrio. El agua es una sopa avecrem. 


Overbooking para una bendición en las piscinas.
Lo que allí flota lo desconozco. Libre albedrío. Todos los fieles iban hacia una de las cabezas que escupían agua y el resto  de los dragones estaba sin usar, alguna explicación divina habría detrás de eso. Pero como no estaba allí metido por motivos religiosos me fui a bautizar a una de las que estaban libres. Después salís con ese pareo mojado que se te transparenta hasta el intestino grueso. Ahí te sientan en una zona de oración y viene el que te vendió el pack con ofrendas. A mí me trajo incienso y flores. Tienes que repetir no sé lo que y pedir tres deseos me dijo con señas. Como mande profeta. Al rato vi que la gente me miraba desde la piscina y reía. Yo estaba sentado con las piernas abiertas y el profeta me señaló con su dedo índice el hecho. Efectivamente estaba enseñando mis huevos sagrados a los fieles.

Son muy creyentes.

GIANYAR, MERCADO DE COMIDAS CALLEJERO

Estatuas típicas de las redondas en la carretera.
El estómago empezaba a crujir y nos acordamos de la recomendación de Begoña, el mercado de comidas del pueblo de Gianyar. Allá fuimos. Hay un montón de redondas para vehículos en Bali. Y muchas tienen unas estatuas gigantescas en el medio con una decoración exuberante. Una vez en Gianyar nos sentamos en uno de los puestos que había sobre el borde de la carretera. Había un par de cerdos asados, babi guling, con la boca abierta que parecían guiñarme un ojo. Muérdeme. Así que los probé. Exquisito. No sé cómo   preparan el babi guling pero siempre que lo comí estaba tierno y sabroso. A Porky’s lo acompañamos con un arroz tradicional y fruta exótica de fruta. Precio para dos personas: 90.000 rupias.


El almuerzo callejero.



LA ALDEA DE PENGLIPURAN 


En estas tierras son expertos cafeteros. También usan mucho el bambú para hacer muebles y todo tipo de artilugio doméstico. En la construcción lo utilizan como soporte de plantas enteras y en los cimientos. El bambú es indonesia lo que el hierro en occidente. Caminamos hasta el final de la aldea, en donde hay un templo, y presenciamos desde afuera, no dejaban entrar, otra ceremonia religiosa. Es increíble la cantidad de rituales y ofrendas que se ven este tipo de rito. El límite del pueblo lo marca un inmenso bosque de bambús desde donde a juzgar por los huecos que había toman la materia prima para sus viviendas y demás.




Calle principal de Penglipuran.


Templo Pura Gunnug Kawi y aldea de Penglipuran



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TEMPLO DE BESAKILI 


Cerca de la entrada al templo

Típica arquitectura del templo
Es el templo más grande de Bali y está ubicado en la ladera del sagrado Monte Agung.  Está compuesto por 22 templos diferentes. El trayecto en moto se hace largo.  Para variar llegamos a la hora de una ceremonia, ¿Cuántas ceremonias hay al día en Bali?,  y solo lo pudimos ver por fuera. El agobio por las ofrendas es importante en la entrada, no solo a los turistas, que no somos tantos, sino a los fieles que llegan al rito religioso en grupos grandes. De nuevo el tema del pareo que hay que alquilar sino no entras. El precio de la entrada es de 7500 rupias. El templo es muy grande, con escaleras empinadas y en algunas zonas, pocas, dejan entrar. Las estatuas y estructuras del  lugar valen la pena ser visitadas a pesar de que veníamos de ver unos cuantos antes y la cosa se empieza a hacer reiterativa. Ya oscureciendo y lleno de tráfico regresamos a Ubud en una hora de viaje aproximado. No sabíamos ni donde estábamos y tocó preguntar, preguntar y preguntar hasta llegar a los bungalows Kupu-Kupu en Ubud..



Una de las varias escaleras que conducen a diferentes partes del templo.



El más grande de todos los templos en Bali.

Templo de Besakili

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